Pero, ¿en qué consiste el cambio climático?
Que el cambio climático existe es un hecho. En realidad, el clima es algo que cambia continuamente y que evoluciona a lo largo de la historia, por lo que no podemos tener la concepción del clima como algo estable y pacífico que de pronto se ha levantado en unas pocas décadas, rompiendo el equilibrio. Ha habido cambios climáticos cíclicos desde la formación de la Tierra, y no significa que sean ni beneficiosos ni perjudiciales, pues se han producido de forma natural e inevitable. Son conocidas las sucesivas glaciaciones y periodos de intensa desertización, entre los cuales la temperatura ha oscilado de una manera bastante agresiva. Pero el cambio climático, tal y como se entiende hoy en día, es la variación del clima que se ha producido desde hace algo más de un siglo y que algunos relacionan con la revolución industrial. Estos cambios consisten principalmente en un aumento de la temperatura terrestre, que ha incrementado una media de 0,6 grados centígrados en los últimos 30 años.
Aunque posee muchos datos difíciles de analizar, podemos fijarnos en cómo el clima presenta ciclos respecto a su temperatura. Desde hace cerca de 5000 años, ha habido máximos y mínimos. Se puede observar la situación actual al final de la gráfica. |
Glaciar "Muir", Alaska. Año 1900 y actualidad. Ejemplo de glaciar que se ha derretido como consecuencia del aumento de la temperatura.
Dos teorías: el sol vs el hombre.
El cambio climático se ha atribuido a la acción del ser humano. No sé si a un nivel científico está tan arraigado, pero lo que al público llega y lo que cree es indudable: preguntes a quien preguntes te dirá que el clima lo cambiamos nosotros, mediante diversas acciones. Es lo que se llama antropogénesis ("creado por el hombre").
Esta teoría se basa en la inmensa cantidad de CO2 que las personas liberan a la atmósfera, principalmente a través de industrias y vehículos. Hay que tener claro que el CO2 es un gas necesario para la vida y que se encuentra de manera natural en todo ser vivo y en la atmósfera. Es uno de los principales gases de efecto invernadero, junto con otros como el metano o los óxidos de nitrógeno.
El efecto invernadero consiste en que una capa de estos gases que hemos nombrado situada en la atmósfera "atrapa" los rayos solares, impidiendo que todo el calor que el sol emite se disipe. Es decir, cuando el calor llega la Tierra, esta lo refleja, de modo que tiende a volver al espacio. Pero los gases de efecto invernadero evitan que se escape todo, dejando la Tierra siempre a una temperatura lo suficientemente cálida como para permitir el desarrollo de la vida. Si no existiera este efecto, la Tierra sería un planeta desolado en el que se alcanzarían grandes máximos y mínimos de temperatura, sin nada que lo regulara y mantuviera en una media aceptable.
El efecto invernadero es positivo. Este es otro de los errores que se suelen cometer: hablar de este efecto como si fuera un gran perjuicio, sin mencionar que es uno de los elementos claves para la vida.
Evolución de la temperatura y del CO2. Se ve que hay una relación entre las cantidades de uno y de otro. |
El problema llega cuando la emisión de estos gases (CO2) en exceso por el ser humano hace que la capa que retiene el calor engruese. Al haber más gas, menor cantidad de calor consigue "traspasarla", y se queda atrapada en la Tierra. Todo esto provoca un aumento de la temperatura, conocido como calentamiento global o simplemente cambio climático.
Representación del efecto invernadero. La tapa del recipiente sería la capa de gases de efecto invernadero. Esta capa retiene parte del calor que le llega de fuera, manteniendo una temperatura constante para la conservación del chocolate. ¿Qué pasaría si la tapa engrosase? Que retendría más calor y reflejaría menos, aumentando la temperatura del interior. El chocolate se acabaría derritiendo. Es algo similar a lo que pasa en la Tierra. |
En la ciencia siempre hay un pero. ¿Es tan poderosa la acción humana como para influir en todo un planeta? Un importante sector científico lo duda. De hecho, cree que las aportaciones de gases que los seres humanos hacen a la atmósfera es muy inferior respecto al total de gases que se emiten de forma natural, formando un porcentaje casi insignificante. ¿Por qué está cambiando el clima?
Para entenderlo, hay que explicar en qué se fundamenta esta teoría. Afirma que el cambio climático está ocurriendo (como hemos dicho, es algo innegable), pero que se ha malinterpretado la información. No es el CO2 el que provoque un aumento de la temperatura, es justo al contrario: mayor temperatura hace que haya mayor concentración de CO2. Esto es debido a que los mayores emisores de CO2 son los mares, que cuando se calientan pierden capacidad para disolver CO2 y lo liberan a la atmósfera (de la misma manera funciona al contrario). De hecho, hay un desfase de varios cientos de años con respecto al aumento de la temperatura y el CO2.
Gráfica que intenta demostrar el retraso de la variación del CO2 respecto a la de la temperatura. |
Por otra parte, afirman que el máximo responsable de las variaciones del clima es el sol. No solo ya de manera directa, como es lógico, sino de forma indirecta a través del viento solar. La tierra es bombardeada continuamente por partículas atómicas procedentes del universo, que entre otros, son las responsables de que el vapor de agua se condense y forme las nubes. Las nubes son un sistema importante de refrigeración para la Tierra. Pero el viento solar, debido a su fuerte potencia, desvía estas partículas atómicas (procedentes según se cree de explosiones de supernovas); así, tampoco se forman nubes. Como consecuencia la temperatura aumenta, y el CO2 aumenta. Es el sol el que lo regula todo.
Relación entre la actividad solar y la temperatura. Como se ve están directamente relacionados. |
¿Pero por qué existen teorías tan distintas, si ambas están apoyadas en la ciencia? El triunfo de la ciencia se debe a su objetividad, a que se basa en hechos, en datos comprobables por cualquiera que posea los medios adecuados. No se pueden manipular los datos. Si la temperatura se comprueba que asciende, significa que realmente asciende; de la misma manera, si existe una clara correlación entre el CO2 y la temperatura, es un hecho indiscutible. La segunda característica de la ciencia es que si se parte de los hechos verdaderos y se siguen los procedimientos adecuados, el resultado ha de ser único y además ha de ser verdadero. Claro que esto es más teórico que práctico. Es más fácil recoger datos que interpretarlos. Y es aquí donde está el principal problema. Quizá los seres humanos no posean la suficiente capacidad como para llegar a comprender el total comportamiento del clima. Al fin y al cabo, apenas conocemos qué se mueve en el espacio, y somos una especie extremadamente joven como para conocer qué ha pasado en la Tierra, si bien los métodos indirectos dan una idea más o menos fiable.
En mi opinión, centrarse en una de las teorías, que pueden ser dos entre muchas otras posibles, es ir en contra misma de la ciencia. Ninguna de ellas ha demostrado al 100% poder explicar el comportamiento del clima en la Tierra y el origen del cambio climático actual. Está claro que la temperatura asciende, que el CO2 aumenta y que tiene un papel en el clima; pero también lo tienen los océanos, así como de una manera muy destacada el sol. ¿Cuál de estos elementos es más importante? Como sucede muchas veces en la naturaleza, no creo que se trate de la acción de uno de ellos, relegando el resto a factores insignificantes. Es el conjunto de todo, lo que regula el clima, como así está comprobado.
Si tan solo creemos en la antropogénesis, estamos dando un increíble poder al ser humano, uno mucho mayor que el que posee el sol y todo lo que de él se deriva junto. ¿Puede el CO2 que emitimos provocar cambios tan grandes? Parece que es así como nos gustaría que fuera, porque en cierto modo, es algo "que podría tener arreglo". Al fin y al cabo, es más fácil pensar que tenemos la culpa y que si nos portamos bien lo solucionaremos, a pensar que una simple variación en la actividad solar puede provocar efectos tan devastadores para la población humana. Por otra parte, se han apuntado motivos para atribuir al ser humano el cambio climático (por ejemplo, para evitar que países en vías de desarrollo se industrialicen).
Por otra parte, excluir a las personas del cambio climático es un acto de irresponsabilidad. ¿Cómo pueden tantas toneladas de CO2 pasar inadvertidas para el clima, incluso asumiendo que éste no es el principal motivo del calentamiento global? ¿Qué hay de la deforestación, del empobrecimiento de suelos fértiles por sobreexplotación, de la contaminación de aguas? Todo ello provoca un cambio en la biodiversidad y en la superficie de nuestro planeta, y ésta está intimamente relacionada con el clima.
Parece lógico, pues, que se busque prevenir posibles daños a pesar de la carencia de una seguridad plena mediante evidencias científicas. Es lo que se llama principio de precaución. En cualquier caso, estamos seguros que cualquier acción a favor de preservar el equilibrio natural será positivo, por tanto, incluso si no podemos remediar el cambio climático, sí preservaremos mejor la biodiversidad del mundo. Pero hay también que abrirse a nuevas teorías. Podíamos estar ante un nuevo periodo climático, como ya los ha habido en la historia de la Tierra. Hay muchas posibilidades
Lo que sí es cierto es que la Tierra no es una gran despensa sin fondo de la que podamos extraer todo tipo de recursos y a la que podamos devolver todo tipo de basuras mientras los seres humanos nos damos un festín. Porque sabemos que tenemos medios suficientes para su destrucción, debemos cuidar el planeta más que nunca.
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