No solo necesitamos un suelo fértil para que tenga capacidad de ser cultivado y dé una producción suficiente; necesitamos un suelo rico que dé nutrientes a las plantas, la base de toda cadena alimenticia, que luego alimentarán a los animales que nos sirven a nosotros.
Una vez más, el ser humano daña a la naturaleza, en este caso al suelo, por diversos motivos. Esto supone, además de afectarnos en el abastecimiento de alimentos, en pérdida de la biodiversidad, con todo lo que ello conlleva.
El daño al suelo se produce principalmente por cuatro factores:
- Contaminación. Si analizáramos cualquier fruta, veríamos que no es tan natural ni saludable como aparentemente parece. De hecho, comprobaríamos que presenta una gran cantidad de químicos, producto de pesticidas y herbicidas. Éstos, a la larga, empobrecen el suelo, alterando la cadena alimentaria mediante la destrucción de insectos, creando plagas más fuertes...En general, destruyendo y modificando el ecosistema.
- Urbanismo. El crecimiento de las ciudades ha hecho que se robe suelo a la naturaleza. No solo para convertirlo en terreno donde se construirán viviendas y edificios, sino para albergar las enormes infraestructuras que precisamos las personas. Esto implica además contaminación del entorno, y agotamiento de los recursos de la zona, como por ejemplo, pozos y aguas subterráneas.
- Deforestación. Consiste en la tala indiscriminada y masiva de árboles. La deforestación provoca la pérdida de miles de hectáreas de bosques en todo el mundo. Es más preocupante en aquellas áreas que se consideran "pulmones" de la Tierra, como el Amazonas, por su importancia y riqueza natural. Aún así, sucede en todos los países del mundo, y provoca no solo la pérdida de especies, sino la modificación de todo el ecosistema y hasta el clima de una región. La principal víctima de esto es, por supuesto, el suelo.
- Agricultura intensiva. Es aquella en la que se cultiva una sola especie vegetal, y se dedican grandes áreas para ello. Como consecuencia de la existencia de un solo tipo de planta en un territorio tan grande, se produce un deterioro de la tierra, por consumirse siempre los mismos nutrientes. Por otra parte, es obvio que la biodiversidad se empobrece, y ello acarrea todos los problemas que quedan reflejados en el artículo anterior.
¿Qué provoca el deterioro del suelo?
Principalmente, desertización, aunque son muchos los problemas derivados de ésto. La desertización consiste en el empobrecimiento del suelo, en un incremento de su erosión por parte del agua o el aire. Esto hace que las capas superficiales, ricas en nutrientes y humus, desaparezcan. El resultado es una tierra yerma e infértil.
Se predice que un 30 % de la superficie de España podrían sufrir desertización en un futuro cercano. Esto supone 159337 km2. El territorio más afectado es, como cabe suponer, el situado más al sur, aunque cada vez más regiones del interior y del norte se podrían ver en peligro. En Murcia, Valencia y Canarias, el riesgo afecta prácticamente al 100 % del territorio. La sigue Castilla La Mancha, en la que el 43 % de su territorio se ve afectado por la desertización; Cataluña, con un 42 %, Madrid, con un 37 5; Aragón, con un 28 %; Baleares, 25 % y Andalucía, con un 22, 30 % de su territorio en alto riesgo.
- Urbanismo. El crecimiento de las ciudades ha hecho que se robe suelo a la naturaleza. No solo para convertirlo en terreno donde se construirán viviendas y edificios, sino para albergar las enormes infraestructuras que precisamos las personas. Esto implica además contaminación del entorno, y agotamiento de los recursos de la zona, como por ejemplo, pozos y aguas subterráneas.
- Deforestación. Consiste en la tala indiscriminada y masiva de árboles. La deforestación provoca la pérdida de miles de hectáreas de bosques en todo el mundo. Es más preocupante en aquellas áreas que se consideran "pulmones" de la Tierra, como el Amazonas, por su importancia y riqueza natural. Aún así, sucede en todos los países del mundo, y provoca no solo la pérdida de especies, sino la modificación de todo el ecosistema y hasta el clima de una región. La principal víctima de esto es, por supuesto, el suelo.
- Agricultura intensiva. Es aquella en la que se cultiva una sola especie vegetal, y se dedican grandes áreas para ello. Como consecuencia de la existencia de un solo tipo de planta en un territorio tan grande, se produce un deterioro de la tierra, por consumirse siempre los mismos nutrientes. Por otra parte, es obvio que la biodiversidad se empobrece, y ello acarrea todos los problemas que quedan reflejados en el artículo anterior.
¿Qué provoca el deterioro del suelo?
Principalmente, desertización, aunque son muchos los problemas derivados de ésto. La desertización consiste en el empobrecimiento del suelo, en un incremento de su erosión por parte del agua o el aire. Esto hace que las capas superficiales, ricas en nutrientes y humus, desaparezcan. El resultado es una tierra yerma e infértil.
Se predice que un 30 % de la superficie de España podrían sufrir desertización en un futuro cercano. Esto supone 159337 km2. El territorio más afectado es, como cabe suponer, el situado más al sur, aunque cada vez más regiones del interior y del norte se podrían ver en peligro. En Murcia, Valencia y Canarias, el riesgo afecta prácticamente al 100 % del territorio. La sigue Castilla La Mancha, en la que el 43 % de su territorio se ve afectado por la desertización; Cataluña, con un 42 %, Madrid, con un 37 5; Aragón, con un 28 %; Baleares, 25 % y Andalucía, con un 22, 30 % de su territorio en alto riesgo.
El color rojo corresponde a riesgo muy alto. El naranja, alto. En la escala de amarillos, va desde el más oscuro, que indica riesgo alto, hasta el más claro, que significa riesgo bajo o nulo, pasando por un grado de riesgo bajo. |
Excelente. Muy trabajados.
ResponderEliminarLo mejor... el título del primer ejercicio (es un poco de broma)