Por trastorno mental se entiende cualquier alteración en los procesos cognitivos, es decir, cualquier anomalía en la capacidad de procesar información a partir de la percepción o del conocimiento que posee la persona, además de alteraciones en el desarrollo, en el comportamiento, transformación de la realidad o dificultades para adaptarse a las condiciones del entorno. Todo ello tomando como modelo el comportamiento de la sociedad o del grupo social de la persona, y considerándolo "anormal" si se varía ese comportamiento.
Aún así, es muy difícil definir y clasificar los trastornos mentales, en gran medida porque son difíciles de detectar, en parte subjetivos y porque cada afectado sufre el trastorno de una manera diferente, con síntomas que pueden cambiar de una persona a otra. Por lo tanto, es muy difícil establecer un patrón común que englobe cada enfermedad.
Los trastornos mentales se estudian dentro del campo de la psiquiatría y la medicina, y normalmente son provocadas por desórdenes químicos del cerebro.
El tratamiento es muy variado y específico no solo para cada tipo de trastorno, sino para cada individuo concreto. En la mayoría de los casos requiere tomar psicofármacos, que ayuden a suavizar los síntomas más fuertes; incluye también intervención psicológica, que estudia los orígenes del trastorno, cómo se manifiesta y las posibles formas de erradicarlo. Además, es muy importante el aspecto integrativo en el tratamiento, con el que se intenta normalizar la vida de las personas afectadas por algún tipo de enfermedad mental.
Algunos de los principales trastornos mentales.
Es una reacción fisiológica que tiene nuestro cuerpo como un mecanismo de defensa ante situaciones importantes o difíciles de superar. En un principio el estrés es un modo natural que facilita la supervivencia, pero se considera una patología cuando puede traer consigo graves problemas de salud, provocados por un determinado modo de vida. Es uno de los trastornos mentales más frecuentes y más padecidos.
Los síntomas suelen ser ansiedad, también una respuesta natural y necesaria del organismo, que cuando se convierte en crónica debe ser tratada, y tensión, además de dificultad para aprender nuevas cosas y un gran número de problemas que se derivan de los anteriores.
Neurosis.
Engloba a un gran número de trastornos que muestran un mal funcionamiento del sistema nervioso. No hay lesión física ni trastorno de la personalidad. Es una enfermedad que distorsiona el pensamiento racional, así como provoca una inadaptación a la vida social.
Los síntomas que ayudan a identificar la neurosis son, de nuevo, la ansiedad, además de una obsesión por evitar situaciones que puedan acarrear algún peligro, o una falta de relaciones sociales. Los trastornos más conocidos que pertenecen a este grupo son el pánico, las fobias, especialmente la fobia social, diversos tipos de trastornos de tipo obsesivo-compulsivo...
Sigmund Freud describía así a las personas que padecían este tipo de enfermedad:
Los neuróticos son aquella clase de seres humanos que en virtud de una organización refractaria sólo han conseguido, bajo el influjo de los reclamos culturales, una sofocación aparente, y en progresivo fracaso, de sus pulsiones, y que por eso sólo con un gran gasto de fuerzas, con un empobrecimiento interior, pueden costear su trabajo de colaboración en las obras de la cultura, o aun de tiempo en tiempo se ven precisados a suspenderlo en calidad de enfermos.
Esquizofrenia
Es una de las enfermedades más graves. Constituye un conjunto de síntomas psicológicos, que hacen muy difícil el desarrollo de la vida de una persona en todos sus ámbitos.
Entre sus síntomas están la visión de alucinaciones, ilusiones, pensamiento y habla incoherente, ansiedad muy fuerte o paranoia, y, en general, comportamiento extraño. Debido a esto, las personas que sufren esquizofrenia pierden experiencias, expresiones, poder, iniciativa...y, sobre todo, aislamiento, provocado por todos los síntomas anteriores.
Depresión
Es un desequilibrio emocional, que lleva a las personas que la sufren a sentirse siempre tristes o vacías, carentes de motivación y ayuda. Pierde el placer por las cosas que antes le gustaban, y sufre problemas de apetito, sueño y dolores. Normalmente esto va ligado a la ansiedad y la irritabilidad.
Muchas personas con depresión tienen pensamientos suicidas, y entre un 10-15% terminan por quitarse la vida.
Paranoia.
Este trastorno se caracteriza por la presencia de delirios o de sensaciones angustiantes, tales como estar siendo perseguido o por la creencia de estar destinado a una gran misión (delirio de grandeza). El delirio también se puede manifestar en los celos. Se cree que el origen de esta enfermedad puede estar en individuos muy narcisistas, que tras sufrir alguna frustración, se encuentran con una baja autoestima; la paranoia se desarrolla como protección a esta falta de autoestima.
Psicopatía
La psicopatía está clasificada como un trastorno mental antisocial. Se caracteriza por la incapacidad de empatizar con otras personas y de sentir remordimientos, lo que les lleva a crear un código de comportamiento propio, de forma que solo sentirán culpa si incumplen dicho código. Tienden a infravalorar a los demás como personas, por lo que no les importa utilizarlos para conseguir sus propios intereses, aunque la persona afectada por esta enfermedad no tiene que realizar el mal necesariamente.
La psicopatía también se caracteriza por conllevar unas necesidades que son primordiales para la persona, normalmente extravagantes o fuera de lo común, con formas atípicas de satisfacerlas. También conlleva un gran egocentrismo, lo que hace que estas personas trabajan solo para ellas mismas.
Aunque estos son los trastornos mentales más conocidos y comunes, no son, ni mucho menos, los únicos. La mayoría derivan de los anteriores, sobre todo del estrés o la depresión, y muchos son causados tras sufrir algún suceso traumático, así como también están condicionados por factores culturales. Son sufridos por un alto porcentaje de la población, aunque la mayoría no están diagnosticados por un médico o son ignorados por el propio paciente.
Es importante conocer más sobre este tipo de problemas, y acabar así con la marginación o incomprensión que sufren las personas afectadas, a las que, además de los síntomas que sufren de su trastorno, hay que sumarles la descalificación que les impone la sociedad.
Excelente. A veces un lenguaje demasiado "técnico" (vendría bien de vez en cuando traducirlo un poco a tus palabras.
ResponderEliminarTomo nota! Aunque en parte si escribo así es más bien para no cometer errores, ya que no es un tema que domine como para explicarlo a mi manera. Pero para la próxima lo intentaré.
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